Hoy me encuentro aquí, recordándote en mis oníricos sueños, donde el príncipe azul viene a rescatar a su princesa, en un unicornio, brindado por una hermosa hada, sentada en el centro de una rosa, mostrando sus sexies piernas, concediéndonos todo el amor del mundo, a través de sus hermosos y celestiales ojos. Que tonta al pensar que serías mi príncipe azul. El que me sorprendería con flores, ese príncipe sonriente y bonachón con el que tanto soñé...
Esperé y esperé tu llamada, esa que con tantas ansias respondí... Sí, eras tú, pero para pedirme un favor. Me siento utilizada, me siento apenada, me siento infeliz!!!
Te quiero, príncipe encantado... Aunque te hayas convertido en sapo.
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