Votar o no votar. Es una desición personal, única y respetable. Mucha gente opina que quien no vota no tiene derecho a opinar, pero para mi es una opinión burda y simplista de alguien que no piensa. Cada uno tiene el derecho de manifestarse como quiera. De buena o mala manera según se mire. Para mi, manifestarse sin agredir, ni hacerle mal a nadie es una opción válida. No es flojera como muchos piensan, es rebeldía.
Siempre hay que cumplir con las reglas que te impone el sistema. Si no trabajas, no comes; si no tienes dinero no te educas; si sigues siendo un maldito pobre sin plata y más encima te enfermas, te mueres. Todo tiene reglas, todo gira en torno al vil dinero, al vil metal de las monedas. Al poderoso no le importa el pobre, menos el de clase media. Para ellos somos como la servidumbre. Los pobres infelices ilusos a los que hay que dirigirles palabras bonitas y soluciones parches para obtener sus votos cuando están en campaña. ¿Y después? NAAADAAA.Siento que no votando me sigo manteniendo al margen de esta sociedad que no me representa. De esta sociedad que lo único que necesita es gente que siga un patrón, la que deja de lado a la gente distinta y que más encima nos enferma por no pertenecer a ella. Somos personas que nadamos en contra de la corriente, que no somos incluídos. ¿Cómo incluírnos si tenemos opinión? ¿Si vemos las cosas desde afuera? ¿Si nos damos cuenta de todo lo que pasa? ¿Si lo único que vemos es injusticia? ¿Si lo único que vemos es utilización?.
Sirves toda tu vida a tu patria, trabajando para que crezca. Y cuando envejeces, te cagan con la plata que te ganaste recibiendo una mísera pensión que no te alcanza ni para los remedios. Porque los necesitas, porque te cagaste la salud para mantener a tu familia y para servirle a un montón de infelices que te explotan toda la vida. O no puedes salir porque se te va todo lo que ganas en un sistema de locomoción que no sirve.
Todo está mal hecho. Y cuando uno está a un costado, ve las cosas más claras. El viejo pascuero no existe y aunque vaya a votar, nada va a cambiar. Jamás. ¿Para qué? ¿Para poder opinar? NO, yo puedo opinar igual y con más severidad, porque no me vendo por un voto o por dinero. porque las convicciones son lo primero. Y siempre he sido un bicho raro que no pertenece a nada. Le guste o no le guste a la maldita sociedad.
Siempre hay que cumplir con las reglas que te impone el sistema. Si no trabajas, no comes; si no tienes dinero no te educas; si sigues siendo un maldito pobre sin plata y más encima te enfermas, te mueres. Todo tiene reglas, todo gira en torno al vil dinero, al vil metal de las monedas. Al poderoso no le importa el pobre, menos el de clase media. Para ellos somos como la servidumbre. Los pobres infelices ilusos a los que hay que dirigirles palabras bonitas y soluciones parches para obtener sus votos cuando están en campaña. ¿Y después? NAAADAAA.Siento que no votando me sigo manteniendo al margen de esta sociedad que no me representa. De esta sociedad que lo único que necesita es gente que siga un patrón, la que deja de lado a la gente distinta y que más encima nos enferma por no pertenecer a ella. Somos personas que nadamos en contra de la corriente, que no somos incluídos. ¿Cómo incluírnos si tenemos opinión? ¿Si vemos las cosas desde afuera? ¿Si nos damos cuenta de todo lo que pasa? ¿Si lo único que vemos es injusticia? ¿Si lo único que vemos es utilización?.
Sirves toda tu vida a tu patria, trabajando para que crezca. Y cuando envejeces, te cagan con la plata que te ganaste recibiendo una mísera pensión que no te alcanza ni para los remedios. Porque los necesitas, porque te cagaste la salud para mantener a tu familia y para servirle a un montón de infelices que te explotan toda la vida. O no puedes salir porque se te va todo lo que ganas en un sistema de locomoción que no sirve.
Todo está mal hecho. Y cuando uno está a un costado, ve las cosas más claras. El viejo pascuero no existe y aunque vaya a votar, nada va a cambiar. Jamás. ¿Para qué? ¿Para poder opinar? NO, yo puedo opinar igual y con más severidad, porque no me vendo por un voto o por dinero. porque las convicciones son lo primero. Y siempre he sido un bicho raro que no pertenece a nada. Le guste o no le guste a la maldita sociedad.