Recuerdo haberle comentado a mi mamá, en la última presentación de Amy Winehouse: 'si no hacen algo por esta cabra, se va a morir'. Y es lo que pasó, a un mes de ese lamentable episodio, ese comentario sin mayor trascendecia, hace eco en mi cabeza hueca. Hoy, me enteré por Twitter de la triste noticia, de que la cantante inglesa, de 27 años, había fallecido. Mi reacción fue de incredulidad, angustia y un 'mentiraaa' que salió desde lo más profundo de mi humanidad. Y es que por más que se viera venir, uno nunca espera la noticia de que una persona tan joven deje de existir... y menos de esa manera.
Yo soy fan. (Si, claro... ahora que se murió todos son fan). YO SOY FAN, y recuerdo patéticamente el primer día en que la ví, en que la escuché. Recuerdo que terminó de cantar y con un silencio absoluto en la habitación y un nudo en la garganta, pensé: '¿Porqué yo no tengo ese DON?'. Ese don tan maravilloso, que no es solo cantar, no es solo tener un vozarrón, sino el don de emocionar al público. La amé en ese mismo instante y comencé a buscar material sobre su música.
A veces la vida nos sobrepasa y no podemos recuperarnos de ciertos eventos tristes, que son inevitables. Amy nunca se recuperó y su tristeza se hacía cada vez más notoria, tanto en sus creaciones, como en su vida decadente y llena de abusos. Entiendo su tristeza y creo que a veces la comprendo en su actuar. Creo que en el fondo ella sabía que esto pasaría, que con este mecanismo de autodestrucción, su vida se cortaría bruscamente. Pero si hay algo que Amy no previó, es que tanta gente lloraría su partida. Y que es una gran pérdida para el mundo del espectáculo.
Pasan muchas cosas por mi cabeza y una tremenda tristeza por mi corazón. Agradezco haberte escuchado, agradezco haberte conocido, agradezco que seas un ejemplo, para mi y para muchos. Porque de todo hay que aprender en la vida, de lo bueno y más aun de lo malo. Solo espero que más allá del cielo y las estrellas, estés descansando de todo lo que te hizo estar triste, que tu alma encuentre la paz, para descansar toda la eternidad.
Yo soy fan. (Si, claro... ahora que se murió todos son fan). YO SOY FAN, y recuerdo patéticamente el primer día en que la ví, en que la escuché. Recuerdo que terminó de cantar y con un silencio absoluto en la habitación y un nudo en la garganta, pensé: '¿Porqué yo no tengo ese DON?'. Ese don tan maravilloso, que no es solo cantar, no es solo tener un vozarrón, sino el don de emocionar al público. La amé en ese mismo instante y comencé a buscar material sobre su música.
A veces la vida nos sobrepasa y no podemos recuperarnos de ciertos eventos tristes, que son inevitables. Amy nunca se recuperó y su tristeza se hacía cada vez más notoria, tanto en sus creaciones, como en su vida decadente y llena de abusos. Entiendo su tristeza y creo que a veces la comprendo en su actuar. Creo que en el fondo ella sabía que esto pasaría, que con este mecanismo de autodestrucción, su vida se cortaría bruscamente. Pero si hay algo que Amy no previó, es que tanta gente lloraría su partida. Y que es una gran pérdida para el mundo del espectáculo.
Pasan muchas cosas por mi cabeza y una tremenda tristeza por mi corazón. Agradezco haberte escuchado, agradezco haberte conocido, agradezco que seas un ejemplo, para mi y para muchos. Porque de todo hay que aprender en la vida, de lo bueno y más aun de lo malo. Solo espero que más allá del cielo y las estrellas, estés descansando de todo lo que te hizo estar triste, que tu alma encuentre la paz, para descansar toda la eternidad.
AMY WINEHOUSE
(1983 - 2011)